La Balompédica no se enfrenta mañana, con mucho en juego por cierto, al Recre B. Para muchos balonos los albinegros visitan al equipo de Carlos Ríos, ese técnico que no hace nada por negar que se quedó enredado en su paso por La Línea y que cuenta con orgullo, cada vez que viene al caso, que una de las aficiones con más solera de España le recibió con una calurosa ovación en su regreso al Municipal. "Es que esas cosas no suelen suceder", comenta casi como si le diese vergüenza.
El sanluqueño será rival de la Balona mañana durante un par de horas. Rival, que nunca enemigo. Quizás por eso prefiere casi pasar de puntillas cuando se habla de la importancia de los puntos en juego para los de Juan Carlos Añón y subraya una y otra vez que la Balona, que también es su Balona, es la favorita para ocupar al final de la competición la plaza que queda vacante para la fase de ascenso.
"En primer lugar, contando los de este fin de semana, restan siete partidos por jugarse y lo que determina que un equipo esté o no al final en la liguilla no es un partido, sino en cómputo de los treinta y ocho, así que pase lo que pase en Huelva, nada estará decidido", subraya el preparador del filial del Decano.
"Además, por suerte o por desgracia la Balompédica está acostumbrada a este tipo de experiencias, a vivir con esta angustia las jornadas finales de la temporada y eso le sirve de experiencia… y de ventaja", subraya. "Los futbolistas de la Balona son gente experta en su mayoría y saben cómo jugar este tipo de partidos y quizás por eso cuando a los demás les tiemblan las piernas son ellos los que casi todos los años logran meterse en la siguiente fase", algo que, paradójicamente, el fútbol le negó a Ríos en su paso por La Línea.
"La verdad es que la Balona está más o menos donde yo esperaba", dice Carlos Ríos. "Hay cinco o seis equipos peleando por la liguilla, aunque algunos puestos parecen casi decididos, y la Balompédica es uno de ellos".
"Lo que pasa es que la Balona tuvo un comienzo arrollador, con unos números y un fútbol espectaculares, pero ese nivel no se puede mantener", reflexiona. "Al principio se hizo un equipo bueno, para estar ahí, lo más arriba posible, pero ya sabemos todos cómo funcionan las cosas allí y cuando la gente se ilusiona como lo hizo entonces ahora es lógico que pueda sentir una cierta decepción, dicho entre comillas".
El sanluqueño prefiere no hacer especial hincapié en la disminución de potencial que ha experimentado por diferentes causas su equipo en el transcurso de la segunda vuelta y que posiblemente ha privado a los blanquiazules de estar también optando a la cuarta plaza. "Estamos para formar gente, para ser competitivos y lo estamos logrando. Lo primero son los intereses del club", dice, al tiempo que aclara que, una vez finalice el choque de mañana le desea "lo mejor" al que será su rival.
"Tengo muchos amigos allí y me siento un aficionado más, así que no puedo ocultar que deseo que la Balona logre su objetivo", recalca.
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