Derrota sin paliativos la que le infligió ayer el Atlético Villablanca al Riotinto endosándole una manita, aunque lo cierto es que pudieron ser algunos más goles si no es por la afortunada intervención del meta local Luisma. Como un ciclón pasaron los visitantes por el estadio de la Cuna del Fútbol español, sólo un equipo había en el maltrecho césped del municipal riotinteño y eso lo demuestra lo abultado del resultado final.
Empezarían bien pronto a inquietar al meta Luisma los foráneos. Dani Cocina en el minuto 15 probó al meta minero que se lució en buena intervención para evitar lo que no podría en el 24', cuando Víctor resolvió dentro del área minera y llevó el 0-1 al marcador. Dos minutos más tarde Emilio José gozó de la única ocasión de peligro local al rematar de tacón un centro de Eugenio que el meta Roque desvía a córner. Parecía que los mineros iban a reaccionar pero todo fue una utopía, ya que los de Villablanca apretaron el acelerador y en el minuto 37 Patrón, de tiro raso y colocado, batía de nuevo a Luisma. Era el 0-2 y un minuto después Ángel aprovechó un rechace del meta minero para llevar el 0-3 al tanteador. Con ese resultado se llegó al pitido que marcaba el descanso.
Tras la reanudación los visitantes jugaron tranquilos, dominando el juego a sabiendas que enfrente no había equipo que ofreciera mucha resistencia. Así fueron llegando una tras otra las acciones de peligro que Luisma, en algunas ocasiones abortaba y otras no, como en el minuto 54 cuando no pudo evitar que José Manuel llevara de nuevo el balón a las mallas mineras e igualmente, en pleno debacle riotinteño, en el minuto 71 cuando Cuka llevaba la manita al luminoso del municipal riotinteño, y en las postrimerías del encuentro, concretamente en el minuto 88, Abel marcaba el gol de la honrilla minera. Poco después el colegiado pitaba el final del encuentro sin agregar un solo minuto, quizás para no prolongar mas el sufrimiento de los locales.
En definitiva, hecatombe en el municipal riotinteño donde no se ve mejoría en los locales y donde, aparte del abultado resultado, hubo que trasladar a Ale Álvarez al hospital local con una lesión importante en la rodilla, provocada de forma fortuita en el choque con el meta visitante Roque.
aroche: Pepe Juan; Santi (Sierra), Bonilla, Ernesto, Sebas, Julián, José Juan, Jorge, Jaime, Isaac y Manolín (Chiqui).
SAN ROQUE B: Francis; Aitor, Zamorano, Parra (Berna) López, Muri, Miguel (Leo), Jon (Juanma), Cano, Juanjo (Roque) y Rubén.
Goles: 1-0 Jorge (6'). 1-1 Rubén (30'). 1-2 Miguel (34'). 1-3 Miguel (50'). 1-4 Roque (85'). 2-4 José Juan (91').
Árbitro: Muñoz Ballesteros. Amonestó a Jaime, Julián, José Juan, Bonilla y Sierra, por el Aroche; y a Juanjo, López, Miguel y Jon por San Roque B.
Incidencias: Unas 100 personas en el Nuevo San Mamés.
Victoria merecida del San Roque B en su viata a Aroche donde, tras encajar el primer gol a poco de comenzar el choque, reaccionó con brío y le dio la vuelta a la tortilla.
Fue el equipo arucitano el primero en dar. Salió al campo más enchufado que su rival, al que metió en su parcela creando algunas ocasiones de gol. Fruto de ese acoso inicial fue el tanto de Jorge en bonita acción personal.
Aunque el Aroche siguió dominando, el cuadro lepero empezó a asomarse por el área local, de ahí que el meta Pepe Juan tuviera que intervenir con acierto en un par de ocasiones.
El Aroche, aún disfrutando de alguna ocasión más, vio como en apenas cuatro minutos el San Roque B le dio la vuelta al partido. Primero Rubén, y luego Miguel con un gran disparo voltearon el marcador.
Quiso enmendar la plana el Aroche nada más comenzar el segundo tiempo. Se fue arriba con todo dejando demasiados espacios que aprovecharon los leperos. A los cinco minutos de la reanudación Miguel estableció el 1-3, que prácticamente sentenciaba el choque.
Los locales, más con el corazón que con la cabeza, trataron de revertir una situación muy complicada. Con empuje y tesón los locales quisieron llegar al portal del San Roque B que, con mucho orden, no sólo impidió que su meta pasara peligro, sino que continuó llegando con frecuencia a las inmediaciones de Pepe Juan. Le faltó acierto en el remate para conseguir ampliar su renta, que sí logró Roque a cinco minutos del final.
El Aroche nunca bajó los brazos, pese a que la derrota era segura, y pudo maquillar el marcador con un nuevo tanto ya en el tiempo de prolongación obra de José Juan.
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